DON QUIJOTE Y JULIETA
¿A dónde se esconden de nosotros
los tan agigantados enanos?
Esos omnipotentes señores del tiempo
que nunca pueden disponer de él….
¿Cómo sus fugaces palabras se pudieron perder
entre el acompasado y abrumador rítmo
de tan inmerecidos éxitos?
¿A dónde el gran Cid Campeador, campea sin campos?
¿A dónde fue que aun sin campos
campeando se nos fue ?
Hoy reclamamos la espada de Arturo
……siempre lo supimos……
…………………………………………….ES NUESTRA……
¿ Por qué tantos amaneceres de soles sin anuncios?
¿Por qué se fueron yendo sin irse
y por qué sin encender su fuego nos fueron quemando ?
¿Por qué…… si fuimos nosotros quienes
con nuestros pensamientos
sin puertas
sin luces y sin fogonazos
sus claros nacimientos alumbramos?
Tal vez tan sólo nos hayan llamado
despectivamente “quijotes”
pero …..
¿ quién no ambicionó alguna vez presumir
de la inigualable amistad
de un incondicional Sancho
sin nombre?
Y si Dulcinea hubiera intuído
minimamente que ese hidalgo caballero
acabaría siendo el personaje
más afamado del cuento
porque le negaron el derecho a disfrutar
de su princesa…….
de cierto que aun perdiendo el sabor
más almibarado de su nombre
hubiera preferido ser llamada
por la mismísima muerte …….Julieta
Y así….cabalgando enamorada
a lomos de un rocín feo y flaco
y enredándose entre las infames aspas
de los demoledores molinos de viento
untarle las magulladuras a su príncipe
Don Quijote de la Mancha y Romeo ,
quisiera,
con ese milagroso y curativo Bálsamo
de Fierabrás
y a su pobre corazón …….
tan injustamente abatido
………….VENDARLO
con el amor más románticamente sublimado
…… sin pócimas y sin recetas
pero rebosante de eróticos cuidados……
¿Pero a dónde es que se están escondiendo
de nosotros
los más agigantados y poderosos enanos….?
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