A MARI CRUZ VEGA, poeta de Ángeles
con inmenso cariño…
……Con el de andar por casa, vaya
DIVINA PUERTA
La luz
apenas es un espectro
Si conocieramos la genuína cualidad
de la esencia pura del ser
alcanzaríamos a entender
cuántos colores ocultos conforman
el imperecedero y radiante núcleo de Amor
que a todos nos ilumina
Pero el ojo humano carente
de las herramientas necesarias
para ser pura videncia,
por su materialidad lógicamente limitada,
está acostumbrado a la rutina
de ver tan sólo siete colores
Oh Dios, ¿ cómo serán esos otros
infinitos diseños de la Luz
que ni tan siquiera soñando
somos capaces de imaginar .?
¿Tendrán semejanza tal vez
a la dulce suavidad de las plumas?
¿Serán hirientes al ojo
como hiere un filo cortante la piel?
¿Deslumbrarán como fogonazos llameantes
hasta crearnos ceguera?
Ay, si yo pudiera cruzar
ese inimaginable túnel de Luz
sin la imperante obligación
de tener que abandonar la realidad
en el glorioso atravesar el dintel
de la Divina Puerta
o el minúsculo res-quicio
de la razón humana
.
